La verdad es que hasta ahora no había lavado nunca las telas que compraba porque eran trozos pequeños y fat quarters pero ahora, al comprar trozos más grandes, me invadió la eterna pregunta: lavo las telas antes de usarlas o no? Mirando por internet pude ver que hay diversidad de opiniones y ante los abrumadores motivos de lavarlas, me tiré dos días enteros lavando, tendiendo y recogiendo trozos y trocitos de todos los colores y tamaños que os podáis imaginar.
Los motivos principales que me decidieron a esta faena fueron varios:
1.- La tela puede estar un poco sucia o "sobada" de estar en la propia tienda. A veces las orillas están un poco manchadas del polvo o el roce con otras telas.
2.- La tela puede desteñir cuando la lavas. Sería desastroso hacer un bonito trabajo y luego cuando lo lavaras, que los colores se pasaran a las telas de alrededor.
3.- Las telas pueden encoger. Otro motivo suficiente como para evitar que los trabajos, después de toda la faena, se queden como un "churro" cuando los lavas.
La verdad es que después de los dos intensos días de limpiar las telas, me quedé satisfecha porque muchas de ellas (incluso las que no eran muy oscuras) destiñeron... uf, menos mal!!
En internet encontré una chica que recomendaba lavar las telas con un poquito de vinagre para que la tela no volviera a desteñirse en los siguientes lavados y para evitar que las telas se deshilachen todas y se conviertan en una maraña de hilos, recomendaban cortarlas con las tijeras de zigzag.